Por Leticia Maldonado
1er semestre, Ciencias de la Comunicación
¿Quién no ama la música?
Sea el género que sea, sin importar si es grupal o solista, siempre habrá una melodía o letra que toque lo más profundo de nuestro ser. Pero...no siempre podemos llevarla con nosotros cuando queremos; cuando compras un disco compacto, generalmente tienes que llevártelo a casa para escucharlo en un reproductor de música. A veces tu iPod o mp3 se queda sin batería o lo has dejado olvidado. Sí, a veces pasa esa desgracia y suele ser muy frustrante.
Ya no más. Ahora existe el llamado "Playbutton", un disco de música digital con forma y tamaño de un simple botón (de ahí el nombre).
La nueva creación es una forma revolucionaria de escuchar música que sirve también para vestirse, y expresarle al mundo sus gustos musicales.
Surgido de Nueva York; su creador es Nick Dangerfield, quien nos expresa que se inventó el formato como respuesta a una creciente sensación de que la gente está cansada de los CD pero también renuente a las descargas digitales.
Para usarlo, simplemente se pone el pequeño disco en la solapa, justo como un botón, se le conecta un par de audífonos, y se escucha la música que lleva dentro.
Básicamente sirve para entretenerte escuchando tu música preferida y mostrar a los demás tu afiliación musical para que puedas identificarte con otros.
El lanzamiento fue en febrero del 2011, junto con ocho trabajos musicales en el mercado.
Como estrategia, aquellos ocho artistas que verán distribuida su música en estos botones son en su mayoría poco comerciales. La idea es impulsarlos a la fama para que dejen atrás la poca atención que reciben. Como ejemplo de estos grupos de música, tenemos a Oval, un grupo alemán de música tecno, y los estadounidenses de Javelin.
Dangerfield cree que sus botones musicales se podrían vender en tiendas de discos o a la salida de conciertos, lo cual sería fantástico. Su costo no rebasaría los 15 dólares.
Eso sí, el espacio es un pequeño inconveniente: tienen una memoria de 256 MB, espacio suficiente apenas para un álbum musical. Casi como un CD normal.
Nick no cree que el formato supere totalmente al CD pero sí permitirá a la gente redescubrir el placer de los formatos musicales físicos, cada vez más opacados por las descargas digitales en línea y la saturación de reproductores de música en el mercado, a altos costos.
No cabe duda que el siglo XXI está abierto a cambios revolucionarios en la tecnología. La favorecida ahora fue la música y aquellos grupos anónimos.
